martes, 1 de febrero de 2011

ME TOMO VACACIONES
                                              MI BLOG TAMBIEN.

BUENAS VIBRAS PARA TODOS.
(Voy a tratar de actualizar esto,pero no con frecuencia como siempre lo hago.)

lunes, 31 de enero de 2011

Todo el mundo está intentando alejarte del momento presente.

Aléjate de la mente...
Y cuando digo que te alejes de la mente,
te estoy diciendo que te alejes de la cháchara interna.
Ese alboroto es el que te impide conocerte a ti mismo
y a esta bella existencia.
Puesto que tu cuerpo está en el presente,
tú estás en el presente,
la existencia está en el presente...
Todos están aquí y ahora.
Sólo la mente es un fenómeno extraño.
Pero te han manipulado tanto...
tu sistema educativo,
tus amigos,
tu familia...
todo el mundo intenta convertirte en una gran mente.
En otras palabras,
todo el mundo está intentando
alejarte del momento presente".



Navego en tu cultura de mentiras, el naufragio de valores,
un mundo en democracia que gobiernan dictadores.
Gritaré ¡Revolución! A las puertas de Bruselas.



REVOLUCION !

S.e.v.i.l.l.a - SFDK.

Cuando uno quiere morir, debe elegir un momento propicio.

"Yo tenía un amigo. Estaba enamorado de una mujer y ésta lo rechazó. Así que, como era poeta, por supuesto, pensó en suicidarse. Su familia estaba muy perturbada. Todos intentaron convencerlo; pero cuanto más lo intentaban, más se convencía de que se iba a suicidar. Eso ocurre. Como no sabía qué hacer, lo encerraron en la habitación. Empezó a darse cabezasos contra la puerta. Estaban muy asustados. ¿Qué hacer?

De repente se acordaron de mí y me llamaron. Fui allí. Estaba dándose cabezasos contra la puerta; estaba realmente furioso y completamente decidido. Yo me acerqué a la puerta y le dije: "¿Por qué montas todo este espectáculo? Si quieres suicidarte, hazlo. ¿Por qué tanto ruido? ¿Y por qué estás dándote cabezasos? Dándote cabezasos contra la puerta no te vas a matar. Así que, escúchame, demos un paseo. Podemos ir al río, hay un sitio muy bonito donde yo voy siempre a meditar. Si alguna vez me suicido, será en ese lugar. Ven conmigo, esta es una buena oportunidad".

Como yo no intentaba convercerlo de que no se suicidara, él se calmó. Dejó de golpearse. Se quedó realmente perplejo, no esperaba que un amigo suyo le ayudara a suicidarse. Así que le dije: "No seas idiota y abre la puerta, no hagas que se forme un corro de curiosos aquí. ¿Por qué hacer un espectáculo de todo esto? Simplemente ven conmigo y tírate al río. En el río hay una catarata, allí simplemente desaparecerás".

Así que abrió la puerta y me miró, estaba muy perplejo. Lo tomé de la mano y lo lleve a mi casa. Él me preguntó: "¿Cuándo vamos a ir?". Pero ya tenía un poco de miedo, yo estaba dispuesto así que era peligroso. Le contesté: "Esta noche es luna llena y no hay ninguna prisa. Cuando uno quiere morir, debe elegir un momento propicio. Iremos en plena noche, nos despediremos bajo la luz de la luna llena y luego tú podrás saltar". Cada vez tenía más miedo. Yo simplemente estaba haciendo tiempo.

Nos fuimos a la cama a las diez. Puse el despertador para las doce, y le dije que algunas veces no oía el despertador, que si él lo oía antes debía despertarme. En cuanto sonó el despertador, él lo apagó. Yo esperé unos minutos, luego le dije: "¿A qué estás esperando? Despiértame". De repente se enfadó y me preguntó: "¿Tú eres mi amigo o mi enemigo? Parece que quieres que me mate". Yo contesté: "Yo no estoy juzgando. Si tú quieres morir, yo soy un amigo, tengo que cooperar y ayudar. Si no quieres morir, es tu decisión, así que dime. Yo soy neutral. El coche está preparado, yo te llevaré al sitio; la noche es hermosa y ha salido la luna. Ahora depende de ti". Él me dijo: "Llévame a mi casa. No me voy a matar. ¿Quién eres tú para obligarme a matarme?".

Yo no estaba obligando a nadie; sólo hay que retrasar el momento, uno recupera la cordura".

Si puedes causar un dolor de cabeza ,también puedes causar un cáncer .

"La gente proyecta. Una vez vino un hombre. Vino con una bolsa. Yo no sabía lo que había en la bolsa. Me tocó los pies y la bolsa estaba en su mano, así que la bolsa también tocó mis pies. Yo pensé que fue algo accidental, pero resulta que el hombre llevaba en la bolsa una botella con agua, y no fue accidental. Él quería que mis pies tocaran la botella, pero yo no me di cuenta de lo que estaba haciendo. Unos días más tarde volvió y me dio las gracias, y estaba muy agradecido. Me dijo: Tú has curado mi enfermedad. Yo le pregunté: ¿Qué enfermedad? No sé de qué enfermedad me hablas. Entonces él me contó: Durante muchos años he sufrido intensos dolores de cabeza, una especie de jaquecas, y la última vez que vine traje una botella de agua que hice que tocara tus pies. El caso es que yo he estado bebiendo del agua de la botella que tú tocaste durante unos días y el dolor de cabeza ha desaparecido por completo.

¿Qué puedo hacer ahora? Si le digo que se trata simplemente de su propia magia, que ha sido él quien lo ha hecho, que en realidad es una autohipnosis, puede que los dolores de cabeza regresen; tú siempre estás creyendo en alguien porque no puedes creer en ti mismo... Ese hombre estaba curado. En primer lugar, él mismo debe haber causado su dolor de cabeza; porque un verdadero dolor de cabeza por causas físicas no se puede curar así, sólo un dolor de cabeza falso, psicológico; en primer lugar el dolor de cabeza era una hipnosis; en segundo lugar, él lo ha curado. Pero este hombre es peligroso, porque si puedes causar un dolor de cabeza también puedes causar un cáncer. Proyectas cosas...

En cierta ocasión un conocido se quedó a pasar la noche en mi casa y dormimos en la misma habitación. Por la noche debo haber ido al servicio y él debía estar muy adormecido, medio dormido y medio despierto. Entonces miró a mi cama y vio que no había nadie. Luego debió haberse quedado dormido durante unos segundos. Y cuando regresé a la cama volvió a mirar otra vez. ¡Yo estaba ahí! Así que pensó que yo había desaparecido durante unos segundos. Saltó de la cama, me agarró de las piernas y dijo: Yo sé que tú has hecho el milagro; pero dime, ¿cómo lo has hecho? Ahora nunca me separaré de ti. ¡Tú eres el verdadero maestro! Así que le dije: Está bien. Nunca te separarás de mí; pero por lo menos déjame también opinar a mí si me gustaría que tú estuvieras siempre conmigo o no; porque tú por lo visto eres tonto. Pero el hombre dijo: No, no intentes escapar. No voy a separarme de ti. He visto el milagro: es justo lo que esperaba. Me había dicho a mí mismo que elegiría el maestro que pudiera desaparecer. Y tú lo has hecho. ¡Lo he visto con mis propios ojos!.

La mente es un juego muy sutil. Puedes oir cosas que no estoy diciendo; puedes creer que estoy haciendo cosas que yo no estoy haciendo; te puedes engañar a ti mismo. Tú te autoengañas...

Siempre habrá babas, siempre, porque hay tontos, y los tontos los necesitan, satisfacen una necesidad especial.

¿Qué hacer entonces? Sólo puedes hacer una cosa. Deja que la necesidad desaparezca de tu interior. No proyectes. No permitas que las creencias se establezcan en tu mente. Limpia la mente cada día, como uno limpia la casa; el polvo se está posando durante todo el día, lo limpias por la tarde, y de nuevo por la mañana. Por la noche no has hecho nada, pero el polvo también se posa por la noche, así que por la mañana vuelves a limpiar. Limpia tu mente continuamente de creencias, conceptos, teorías, ideas, ideologías, filosofías, doctrinas y escrituras. Tú simplemente limpia tu mente de la verborrea e intenta mirar a la realidad sin una mente dentro. Tan solo mira, una mirada pura, un mirar desnudo".

¿Cómo podrías amar durante 24 horas?


"No puedes amar durante las 24 horas, porque el fuego tiene dos fases. Los esposos tratan de hacer algo imposible y es amarse las 24 horas. Es ahí donde todo se echa a perder. Es algo imposible porque nadie puede comer durante 24 horas. El amor es alimento. ¿Podrías comer durante 24 horas? Es necesario dejar espacio para abosorber el alimento, utilizar la energía y permitir que el cuerpo sienta hambre nuevamente. ¿Cómo podrías amar durante 24 horas? Si tratas de hacer cosas imposibles, terminarás mal. Mientras más fuerces las cosas, más falso será todo.
Por eso, los esposos echan a perder toda la belleza del amor. Todo se torna falso y forzado. Cuando eran amantes o novios, todo era hermoso porque se veían de vez en cuando, llenos de unas ansias que debían satisfacer. A veces, había que esperar todo un día con ansia para ver al amante en la noche. Cuando hay un ansia profunda, el amor produce una satisfacción profunda. Cuando los esposos pasan juntos las 24 horas, siguiéndose los pasos como sombras, no hay hambre y, por supuesto, tampoco saciedad. Entonces, desaparece toda la belleza. Recuerda esto: si amas a una persona, déjala sola para que surja en ella el hambre...
Cuando el amor se convierte en un deber, pierde toda vida; no es más que una obligación impuesta externamente, de manera que el ansia interna se pierde. El amor es ansia, no obligación. De esa manera, puede tener una fase de saciedad. Cuando se satisface el amor, la dicha es absoluta; todo es perfecto. Se puede bendecir toda la existencia y recibir de ella su bendición. Todo es sencillamente maravilloso...pero a ello se debe llegar a través del ansia".

¿Qué te impide vivir ahora mismo? ¿Por qué seguir postergando?

"Si no tienes ninguna creencia, no tienes futuro y la vida está en el aquí y el ahora. No hay necesidad de esperar. Pero seguimos postergando hasta el momento en que llega la muerte y nos arrebata el don.

Leí lo siguiente:

"Tres hombres estaban involucrados en una de esas conversaciones infructuosas que nos envuelven a todos en un momento u otro. Estaban considerando qué haría cada uno de ellos si el médico le dijera que no tenía más que seis meses de vida.

Dijo Robinson: "Si mi médico me dijera que no tengo más que seis meses de vida, la primera cosa que haría sería liquidar mis negocios, retirar mis ahorros y echar una gigantesca cana al aire en la Riviera francesa, como nunca antes. Jugaría ruleta, comería como un rey y, más que todo, me conseguiría chicas, chicas y más chicas".

Este hombre seguramente había estado postergando, postergando hasta la muerte. Si un médico te dice que no tienes sino seis meses de vida, entonces si... Pero, en ese caso también, parece ser sólo un deseo y puede no ser realizable. Cuando la muerte te llega a la puerta, estás tan horrorizado y destrozado que ¿cómo podrías disfrutar? Si no podías disfrutar cuando la vida estaba tan cerca... Cuando la vida se esfuma poco a poco, ¿cómo puedes gozar? De nuevo, es una manera de convencerte a ti mismo de que si tal cosa ocurriera, "de inmediato comenzaría a vivir". Pero, ¿qué te impide vivir ahora mismo?.

El segundo hombre opinó: "Si mi médico me dijera que tengo sólo seis meses de vida, lo primero que haría sería ir a una agencia de viajes y programar una gira por el mundo. Hay miles de lugares que no he visitado y que quisiera ver antes de morir: el Gran Cañón, el Taj Mahal, Angkor Wat, ¡todos ellos!".

¿Qué te impide hacerlo? ¿Por qué esperar a que llegue la muerte para ir a ver el Taj Mahal? ¿Estarás en capacidad de ver el Taj Mahal en ese momento? Tendrás los ojos tan nublados por la oscuridad que el Taj Mahal no lucirá para ti como el Taj Mahal. Cuando la muerte haya penetrado tu mente, te será imposible ver; te cegará. Un temblor interno te abrumará. No lograrás oir, ni ver, ni podrás ni siquiera respirar. ¿Por qué seguir postergando?.

El tercer hombre dijo: "Si mi médico me dijera que sólo me quedan seis meses de vida, lo primero que haría sería consultar a otro médico".

Este último parece ser el más representativo de los hombres. Es esto lo que harías tú también. Y aún así no vas a vivir. Irás a consultar a otro médico para que te devuelva la esperanza, para que te brinde un futuro, para que te diga: "No tienes que preocuparte, puedes seguir postergando. No tienes que apresurarte, la muerte está aún muy lejos". Buscarás y encontrarás a alguien que aún te pueda dar esperanza.

La esperanza es una forma de postergar la vida. Todo deseo es una manera de postergar la vida, y todas las creencias son trucos que te permiten seguir evadiendo lo que es y pensando en lo que no es.

Dios no es. La vida es. Por favor, no seas un buscador de Dios.

Nirvana no es. La vida es. Por favor, no seas un buscador de nirvana.

Si dejas de buscar nirvana, encontrarás nirvana escondido en la vida misma. Si dejas de buscar a Dios, lo encontrarás en todas partes... en cada partícula, en cada momento de la vida. Dios es otro nombre que se le da a la vida. Nirvana es otro nombre para la vida ya vivida...

Deja a un lado todas tus creencias, pues son obstáculos. No seas cristiano, no seas hindú ni mahometano. Simplemente, vive. Que vivir sea tu religión.

La vida: la única religión. La vida: el único templo. La vida: la única oración...

La vida está disponible. ¿Por qué no comienzas a vivir? ¿Por qué sigues preparándote, cuándo y cómo?

Esto parece ser lo más difícil para la mente humana: simplemente vivir, al desnudo; simplemente vivir, sin arreglos previos; simplemente vivir la vida cruda y silvestre; simplemente vivir el momento...

Que esta verdad te permee tan profundamente como sea posible: la vida ya está aquí, ha llegado. Estás parado en la meta; no preguntes por la ruta...

Dondequiera que estés, ésa es la meta. El camino no existe.

Si sigues preguntando por el camino, estás intentando crear futuro, una y otra vez, y el futuro es la pesadilla.

Observa: en este mismo momento, la vida brota a borbotones de todos lados. Un solo momento de presenciar ese brotar y te reirás de lo absurdo que resulta preguntar por el camino o la manera o el método. No hay que hacer nada".
 
 

domingo, 30 de enero de 2011

Filosofia de vida.

Cuando un niño tiene la experiencia de la pérdida física de una persona que ama, le suele preguntar a sus padres dónde está esa persona que ahora ya no existe.
Sin duda es una de las preguntas más difíciles que puede hacer un niño, ya que puede haber tantas respuestas como personas hay en este mundo. Porque es cierto que cada ser humano tiene su propia filosofía de la vida porque sólo cree lo que desea.
Un niño necesita saber lo que verdaderamente su padre piensa sobre qué es la vida para él y lo que imagina o cree que significa la muerte.
Si su verdad es que no lo sabe y no desea imaginar nada, puede hacerlo, porque los niños aman la verdad y porque no necesariamente pensarán igual.
Un niño tiene en si mismo la verdad y buscará quedarse con la versión que más se le parezca.
Otros preferirán no escuchar su voz interior y se quedarán con las verdades de la tradición, que es lo mismo, aunque siempre es mejor creer por convicción que por tradición.
Se han hecho encuestas a los feligreses, en la puerta de las iglesias al terminar los oficios religiosos, preguntándoles si creían en el cielo como el siguiente destino del alma.
El resultado de las encuestas demostró que la mayoría no creía en la existencia de un lugar como el cielo, donde supuestamente se encuentran las almas de los fallecidos, sino en cosas diferentes.
Esto comprueba que cada persona tiene su propia filosofía de la vida a partir de elementos que selecciona de la realidad que da lugar a una única e individual forma de pensar.
Todo hombre tiene la intuición de haber existido siempre, hasta el punto de no poder concebir el fin de la vida física como algo permanente; y aunque no crean en Dios, se aferran a un código ético con igual fervor, reconociendo el orden natural como la única fórmula para la supervivencia.
Una filosofía de la vida es una filosofía de la muerte, porque es la muerte lo que le da sentido a la vida.
La esperanza es lo último que se pierde en esta vida, porque no se puede vivir sin esperar algo mejor, y según las expectativas es lo que en la vida se logra.
El fenómeno de la vida es aún una incógnita. ¿Qué es lo que hace que los elementos en la naturaleza tiendan a unirse para formar otros perfectamente organizados? Porque ese es el fenómeno de la vida desde el nivel de los organismos más simples hasta el más complejo.
El concepto científico actual propone que todo el Universo está vivo y que no existe nada sin vida. Una piedra está viva porque está formada por los mismos átomos que toda la materia y a nivel atómico está en movimiento; y la vida es movimiento.
Desde este punto de vista es imposible estar muerto, por lo tanto es posible que de alguna manera el fenómeno de la vida sea eterno.
Mientras tanto, en el aquí y ahora, tenemos una vida humana, la más alta expresión de complejidad viviente. Unos privilegiados en la escala natural, que además poseen el don del libre albedrío.
Sin embargo, pocos están conformes consigo mismos ni con la realidad que viven.
Si esta realidad de la vida es sólo un proceso natural, una inteligencia plasmada en cada cosa para organizarse de la mejor manera posible y que evoluciona siempre hacia un estado de plenitud superior, como ocurre en la naturaleza, este hecho de por sí es algo maravilloso que seguramente, por simple lógica nos deparará siempre algo mejor.
También puede ser que la vida sea sólo un pensamiento y que la realidad no exista. De esa manera se puede explicar cómo se pueden cambiar las cosas con sólo cambiar nuestra forma de pensar.
De cualquier manera, si existe o no existe la realidad no importa, porque lo que importa somos nosotros mismos, nuestras vivencias, nuestros sentimientos, y nuestra esperanza de crear un mundo mejor y la oportunidad que tenemos de poder hacerlo sólo con nuestra intención.

El tiempo que nos queda.

La Sencibilidad.

Toda la existencia está llena de sensibilidad –y el hombre es el producto más elevado de esta existencia. Naturalmente, tu corazón, tu ser, está listo para desbordarse. Has estado escondiéndolo, reprimiéndolo; tus padres y tus profesores te han dicho que seas duro, que seas fuerte, porque es un mundo lleno de retos. Si no puedes luchar y competir, no serás nadie. De esta manera, sólo unas cuantas personas, como poetas, pintores, músicos, escultores, que han dejado de pertenecer al mundo competitivo, que no esperan acumular billones de dólares, son las únicas a las que les queda algún vestigio de sensibilidad.

El meditador está en el camino de la mística; cada vez se volverá más sensible. Y cuanto más compartas tu sensibilidad, tu amor, tu amistad, tu compasión, más cerca estarás del objetivo de ser un místico.

Incluso a los niños pequeños, particularmente a los varones, desde sus comienzos se les frustra diciéndoles “no debes llorar”. Esto es condenatorio. Las mujeres pueden gemir y llorar porque hasta ahora no han sido aceptadas como seres humanos en igualdad. De alguna manera son infrahumanas, y por eso se las acepta –las mujeres son débiles. La sensibilidad ha sido concebida para ser débil.

Puede haber dos tipos de contacto: cuando realmente tocas y cuando simplemente evitas tocar. Puedo tocar tu mano y evitar el contacto. Puedo no estar presente en mi mano, puedo haberme abstraído. Inténtalo, y tendrás un sentimiento diferente, distante. Coloca tu mano sobre alguien y abstráete. Lo que allí hay es una mano muerta, tú no estás. Y si el otro es sensible, sentirá una mano muerta. Se sentirá insultado. Estás engañando; estás haciendo ver que tocas, pero no estás tocando.

Las mujeres tienen mucha más sensibilidad para esto, no puedes engañarlas. Ellas tienen una mayor sensibilidad para el contacto, el contacto corporal; así pues, ellas saben. El marido puede estar diciendo cosas muy bonitas. Puede que haya traído flores y le diga: “Te amo”, pero su contacto demostrará que no está presente. Las mujeres poseen un instinto para sentir cuándo estás con ellas y cuándo no. Es difícil engañarlas.

Cuando el niño nace está indefenso. El bebé humano, particularmente, está completamente desamparado. Tiene que aprender de los demás para vivir, para mantenerse vivo. Esta dependencia es un pacto. El niño tiene que dar muchas cosas en ese intercambio, y la sensibilidad es una de ellas. El niño es sensible; todo su cuerpo lo es. Pero está desvalido, no puede ser independiente; tiene que depender de sus padres, de su familia, de la sociedad; tendrá que ser dependiente. Debido a esta dependencia e impotencia, los padres, la sociedad, siguen forzándolo a hacer cosas y tiene que ceder. De otra forma no puede mantenerse vivo, morirá. Así pues, tiene que ofrecer muchas cosas en esta negociación.

Lo primero realmente profundo y significativo a lo que todo niño tiene que renunciar es la sensibilidad, tiene que abandonarla. ¿Por qué? Porque cuanto más sensible es, con más problemas se encuentra, es más vulnerable. Con la mínima sensación empieza a llorar. Los padres tienen que detener su llanto, pero no pueden hacer nada. Pero si el niño continúa sintiendo cada sensación al detalle, acabará siendo un fastidio. Y los niños se hacen pesados, por eso los padres tienen que reducir su sensibilidad. El niño tiene que aprender a resistirse, a controlarse. Y poco a poco tiene que dividir su mente en dos. Por esta razón, hay muchas sensaciones que deja de sentir porque no son “buenas” –se le castiga por ellas.

Todo el cuerpo del niño es erótico. Puede disfrutar de sus dedos, de su cuerpo; todo su cuerpo es erótico. Va explorando su propio cuerpo; es un gran fenómeno para él. Pero llega un momento en su exploración en el que descubre los genitales. Esto se convierte en un problema, porque tanto el padre como la madre están reprimidos. En el momento en que el niño, varón o hembra, toca sus genitales, los padres se sienten incómodo. Esto tiene que ser observado con detenimiento. Su comportamiento cambia de repente, el niño lo nota. Ha ocurrido algo malo. Empiezan a gritarle: “¡No te toques!”. El niño comienza a sentir entonces que pasa algo malo con los genitales, tiene que contenerse. Pero los genitales son la parte más sensible del cuerpo –la más sensible, la parte más viva del cuerpo, la más delicada. Una vez que no permites tocar y disfrutar de los genitales, has matado el propio origen de la sensibilidad. Ahora el niño se volverá insensible y, según vaya creciendo, mayor será su insensibilidad.

La sensibilidad es el sendero; la insensibilidad es el obstáculo. Si somos insensibles, no existe entonces ningún camino; estamos bloqueados. No existe un pasadizo desde nuestro más íntimo centro hacia la existencia; no tenemos ventanas. Estamos encapsulados…, cada ser humano vive en una cápsula.

La cápsula es muy sutil y transparente, por eso no la sientes, no la ves, pero con un poquito de consciencia se hace evidente que te rodea por todas partes. Es exactamente igual que si das la mano llevando unos guantes puestos, algo está ocultando tu sensibilidad. Te cubres completamente de ropa y sales al sol; los rayos no pueden penetrar tu piel.

Tienes un paraguas que te protege de la lluvia, pero también impide que la lluvia pueda alcanzarte.
A veces está bien desprenderse del paraguas y ponerse simplemente bajo la lluvia y sentirla. Desnudo en la playa, desnudo en el bosque, ¡deja sencillamente que el aire, el sol y la lluvia te toquen! Cuanto más sensible te hagas a las cosas, más cuenta te darás de que Dios está presente en todas partes. En igual proporción de sensibilidad que poseas, sentirás la presencia de Dios. Cuanta menos sensibilidad tengas, menos sentirás a Dios; si no tienes sensibilidad, no sentirás a Dios en absoluto.

Según vayas haciéndote más sensible, tu comprensión hacia las personas será como nunca antes lo fue. Solo viendo la cara de un hombre sabrás de él mucho más que él mismo. Simplemente tomando la mano de un hombre sabrás de su energía mucho más de lo que él jamás supo. En ocasiones, al estar con alguien descubrirás que absorbe tu energía y te sientes cansado –solo por estar con esa persona. Y, sin embargo, con otra persona te sientes satisfecho, te sientes más saludable, te sientes mejor.

Nuestra sensibilidad ha sido apagada. Nuestros padres y nuestros abuelos han tenido miedo, porque ser sensible es caminar por el filo de la navaja. Si eres sensible a la belleza, no puedes confinarla solo para tu esposa o para tu marido –la belleza está por todas partes. Y tus padres, los padres de todo el mundo, han tenido miedo.

Tu sensibilidad tuvo que ser apagada, destruida, para que estuvieras recluido en una pequeña prisión; de otro modo hubiera sido imposible imponer la monogamia a la humanidad. Un día te encuentras con una mujer que de pronto te posee; o te encuentras con un hombre, y súbitamente te sientes rebosante: te olvidas por completo de que tienes un esposo que está esperándote. La belleza no sabe de matrimonios, de maridos, de esposas; no conoce limitaciones.

Sin embargo, la sociedad no puede vivir así, porque aún no ha madurado lo suficiente para consentir la libertad absoluta. Únicamente en libertad absoluta puede tu sensibilidad permitirse tener un crecimiento completo.

Todo el mundo nace con sensibilidad, pero todo el mundo muere aletargado. De hecho, mucho antes de que un hombre muera, ya ha muerto. Las religiones han enseñado a la gente a no ser sensibles, porque no se puede confiar en la sensibilidad. Es una brisa –llega y se va por sí sola. No puedes envasarla, no puedes aprisionarla. Este es el motivo por el que la gente tiene miedo de caminar por el sendero de la belleza, temen ser guiados por la belleza en sí misma.

La sensibilidad requiere una gran inteligencia. Cuanto mayor sea tu inteligencia, más sensible serás. Los búfalos no son sensibles, tampoco lo son los asnos, para ello necesitan inteligencia. Pero ninguna religión quiere que seas sensible, todas ellas temen que te conviertas en un poder por ti mismo. Una persona sensible se transforma en un poder, en una tremenda central energética, su propia visión interna de las cosas. Tiene claridad de visión, un sentido estético de la belleza –todas las cosas son peligrosas.

La esposa no quiere que su marido sea sensible a la belleza porque eso es un peligro. Hay santísimas mujeres bellas…, es mejor que toda sensibilidad hacia la belleza esté completamente aplastada. Así el marido sigue estando siempre dominado. De la misma manera, ningún marido quiere que su mujer tenga sensibilidad hacia la belleza; porque hay tantos hombre…, y la mujer, si su corazón aún está vivo latiendo, todavía puede sentir la primavera… El peligro existe. Puede enamorarse de cualquiera, y eso está más allá de tu poder.

La sensibilidad puede compartirse de mil y una maneras. La más fundamental es el afecto; no una relación de amor, sino únicamente de afecto puro, sin ninguna condición, sin pedir nada a cambio; simplemente volcando tu corazón en la gente, incluso en los extraños, porque está rebosante de sensibilidad. Actualmente los científicos dicen que puedes estrechar la mano de un árbol, y si eres amable sentirás una enorme sensibilidad en él.


La Ternura

 

 

La TERNURA es como un movimiento que nos arrastra hacia un camino repleto de sensaciones y de sentimientos en los que se entremezclan la benevolencia, la aceptación, la calidez y el abandono, pero también la confianza, el estímulo, el asombro y los nuevos descubrimientos. Para seguir este camino, lo único que hay que hacer es abandonar nuestros miedos, dejar atrás los prejuicios y enfrentarnos a todo cuanto pueda separarnos. La ternura es el nacimiento hacia uno mismo, un nacimiento que nos permite penetrar en el maravilloso vientre de la existencia humana.
La ternura no es solamente algo físico. Es una emoción sutil, una mirada de asombro, un movimiento cálido unido para siempre al conjunto de los sentidos. La ternura posee un brillo propio.
Para nacer, la ternura necesita del silencio. El silencio que se crea cuando escuchamos lo que dice la otra persona o intentamos participar de sus vivencias y sentimientos.
La ternura es un camino que nos conduce hacia la multiplicidad y la abundancia espiritual. La ternura siempre va unida a una semilla que está a punto de germinar y se hace mayor, paulatinamente hasta llegar a convertirse en artífice de un encuentro.

" La ternura es una galaxia viajando por el cielo de los encuentros, que nos prolonga hasta las estrellas de la vida"

Solo el amor disipa al odio


En este mundo el odio nunca ha disipado al odio. Solo el amor disipa al odio. Esta es la ley ancestral e inagotable.

Algo de profunda importancia: el odio existe con el pasado y el futuro. El amor no necesita pasado ni futuro. El amor existe en el presente. El odio tiene su referencia en el pasado: si ayer alguien abusó de ti, cargas con ello como una herida, como un remanente. O temes que alguien vaya a buscar de ti mañana; un miedo, una pizca de miedo y te preparas, estás listo para enfrentarte a ello.

El odio existe en el pasado y en el futuro. No puedes odiar en el presente; inténtalo, y no podrás en absoluto. Inténtalo hoy: siéntate en silencio y odia a alguien en e presente, sin ninguna referencia del pasado o del futuro; ¡no puedes hacerlo! No se puede hacer; es imposible por la propia naturaleza de las cosas. El odio solamente puede existir si recuerdas el pasado.

Si alguien te hizo algo ayer, entonces puedes odiar.O si alguien va a hacerte algo mañana, entonces también es posible odiar.Pero si no tienes ninguna referencia del pasado ni del futuro, nadie te ha hecho nada y no va hacerte nada, la persona siempre está allí sentada. ¿Cómo puedes odiarla?No obstante, puedes amar. El amor no necesita ninguna referencia; esa es la belleza y la libertad del amor. El odio es una atadura, un aprisionamiento ¡impuesto por ti sobre ti! Y el odio crea odio, el odio provoca ocio.

Si odias a alguien, estás creando odio hacia ti en el corazón de esa persona. Y el mundo completo vive en el odio, en la destrucción, en la violencia en los celos, en la competitividad. La gente se tira al cuello de los demás: bien en la realidad, la actualidad, la acción o como mínimo en sus mentes, en sus pensamientos, todo el mundo está matando y asesinando. Por eso hemos creado un infierno de esta maravillosa tierra, que podría haber sido un paraíso.Ama, y la Tierra volverá a ser un paraíso otra vez.

Y la inmensa belleza del amor es que no tiene ninguna referencia. El amor sale de ti sin ninguna razón en absoluto. Es tu dicha efusiva, es el compartir de tu corazón. El compartir del canto de tu ser. Y compartir produce tanta alegría... ¡por eso se comparte! Compartir por el mero hecho de compartir, por ningún otro motivo.